The Difference Between Knowing & Understanding
by Carlos Cruz Montano, KF14One of my local friends came to me one day… “Mr. Montano I need to talk to you”. Later that day he told me he had to send money to his mother and had other expenses but payday which was still a few days away. We agreed on the terms, half with the current month’s pay and the other half with the following month’s pay; both at the end of the month since that’s when he receives his pay. No big deal, I thought.The first paydate came and went – no payment. He had an explanation and reasoning of how he had agreed to pay on the 14th of the month – to his credit he did pay back the first half on that day but this simple incident finally made me understand what three directors at different microfinance institutions (MFIs) had been telling me in one way or another, sometimes borrowers simply do not understand the terms of the loan.
When each client signs or stamps a fingerprint in a loan contract they are legally bound by the terms in the document. This may sound simple or common sense to me and you but also consider that MFIs work in different environments and your baseline is not the same as the borrowers’ or the loan officers’ or the MFI’s management. If you’re reading this most likely you went to school and probably grew up or lived in areas that were developed to a certain extent. In my experience, many borrowers grew up in completely different environments where their parents were poor and/or had no education and were more focused on providing basic sustenance and immediate needs than thinking about their children’s future. Last year while in Guatemala, the parents of my landlord (around their early fifties) had to deal with civil war and his step mother was not even allowed to go to school; now in Liberia where the country is recovering from years of misrule and civil war, a loan officer and friend was able to finally get her first formal job at the age of 24.
Socially responsible MFIs have to spend a significant amount of time and resources to educate their borrowers about the contract they will sign and also about the compromise they have with each group members. At Fundación Paraguaya, groups have to meet four times before getting a loan and also have one training session on different topics with each following loan cycle for up to twelve cycles. BRAC borrowers have to attend four training meetings before getting a loan and their passbook has unique compromises that the branch manager explains during training; the whole list has eighteen, these are just a few: “We will send our children to school regularly”, “we will always help each other” and “we will give equal opportunity to the girl as well as boy”.
Even with hours of training and repetition some borrowers still do not get it. In Guatemala I went along for a collection visit and several delinquent clients had the money but just were reluctant to pay or didn’t feel like going to the MFI office to pay. In one of my last field trips, the loan officer was trying to collect delinquent payments. Again, one had the money but wouldn’t show up to meetings to repay and another would argue her baby got sick the week before, but that wouldn’t excuse being behind three weeks.
The point is very simple, knowing is not the same as understanding. In my case I have seen the environment microfinance institutions work in, but it took a personal experience to fully understand the point of view of the microfinance directors: despite efforts, explanations and time invested sometimes borrowers simply do not get it. As far as my friend is concerned, he just finished repaying his microloan but within his own schedule.
Carlos is a Kiva Fellow currently working in Liberia with LEAP and BRAC Liberia. He had previous placements with ASDIR in Guatemala and Fundación Paraguaya in Paraguay.
La Diferencia Entre Saber y Entender
Carlos Cruz Montaño, KF14Uno de mis amigos de la oficina se me acercó muy sonriente y me dijo Señor Montano, necesito hablar con usted. Un rato después me explicó que tenía una pequeña emergencia y debía mandar un poco de dinero a su mamá pero todavía faltaban varios días para el fin de mes (que es cuando recibe su sueldo mensual). Después de platicar llegamos a un acuerdo, yo le iba a prestar el dinero y el me pagaría la primera mitad el último día del mes y un mes más tarde la segunda. Pasó el último día del mes como si nada, cuando lo volví a ver le pregunte que había pasado. El me salió con una historia que el había acordado pagarme a mitad de mes. Al final si me pagó pero este pequeño incidente finalmente me hizo enteder lo que tres directores de instituciones de microfinanzas (IMFs) me habian comentado: a veces los clientes simplemente no entienden los términos del contrato.
Al firmar o poner la huella digital los clientes se comprometen a cumplir con las clausulas del contrato de crédito. Aunque suene sencillo y hasta de sentido común las IMFs operan en un ambiente muy diferente y los puntos de referencia para un cliente, un oficial de crédito o la gerencia no son los mismos. Seguramente tu has tenido la oportunidad de ir a la escuela y haber crecido o vivido en un lugar con cierto nivel de desarrollo. En cambio, muchos de los clientes con los que he platicado y visitado vienen de familias muy pobres con muy poca o ninguna educación; sus padres estaban más preocupados en proveer sustento más que en mandarlos a la escuela. Por ejemplo: los padres en la casa donde estuve en Guatemala vivieron la guerra civil y a la señora ni siquiera la dejaron ir a la escuela; ahora en Liberia los recuerdos de la guerra civil estan muy frescos todavia y una amiga y oficial de crédito apenas pudo conseguir su primer trabajo formal a los 24 años.
Las IMFs responsables invierten tiempo y recursos para explicar el crédito y educar a sus clientes acerca del contrato, de la garantía grupal y de la promesa de pagar a tiempo. Fundación Paraguaya realiza cuatro sesiones para integrar a cada grupo por grupo antes de dar un crédito y además ofrece hasta doce capacitaciones adicionales, una por ciclo de crédito. En BRAC, los miembros de cada grupo también tienen que asistir a cuatro capacitaciones antes de poder solicitar un crédito. Su libreta de pagos tiene una sección de compromisos muy particulares; la lista completa tiene 18, aquí solo menciono unos como ejemplo: “Mandaremos a nuestros niños a la escuela”, “siempre nos ayudaremos unas a otras” y “daremos las mismas oportunidades a las niñas tanto como a los niños”.
Aun con todas estas capacitaciones y repetición hay clientes que siguen sin entender sus obligaciones. En Guatemala visite clientes morosos junto con otros oficiales y hubo varios que aunque tenían el dinero para cancelar sus créditos no querían ir a las oficinas ni pagar. En una de mis últimas salidas, una cliente tenía el dinero pero no quería asistir a las reuniones del grupo; otra cliente decía que su bebe se había enfermado la semana pasada, pero no pudo justificar su retraso de tres semanas.
La idea es muy simple, saber no es lo mismo que entender. A pesar de estar trabajando con IMFs por varios meses me hizo falta una experiencia personal para realmente enteder el punto de vista de los directores de microfinanzas: a pesar de los esfuerzos y tiempo invertido hay veces los clientes simplemente no entienden. En cuanto a mi amigo, ya acabó de pagar su micropréstamo pero de acuerdo a su propio calendario.
Carlos es un Kiva Fellow trabajando con LEAP y BRAC en Liberia. Previamente estuvo trabajando con ASDIR en Guatemala y Fundación Paraguaya en Paraguay.